El número de mujeres muertas como consecuencia de la violencia de género a manos de su compañero o ex compañero sigue siendo muy elevado. Según cifras oficiales, 71 mujeres murieron en tales circunstancias en 2007 y la tendencia actual no permite mostrarse optimista, ya que las víctimas mortales muestran únicamente la punta del iceberg de la violencia y discriminación que sufren las mujeres en España.
Muchas mujeres sufren maltratos por parte de sus parejas pero tienen miedo a denunciarlo. Desde el 28 de diciembre de 2004 con la ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género aprobada en el Congreso, la violencia de género dejó de tener un carácter privado para convertirse en un problema con el que hemos de comprometernos. Desde distintas asociaciones como Amnistía Internacional, la Red Feminista o el Observatorio de Violencia se lucha para erradicar esta lacra de nuestra sociedad.
Anteriormente, en mayo de 2005 se hizo público el informe Más allá del papel, elaborado a partir de los testimonios de mujeres que han sobrevivido a la violencia en el hogar. La organización encontró indicios de prejuicio y discriminación en la respuesta de las instituciones públicas. Un motivo concreto de preocupación era la falta de protección a las mujeres incluidas en grupos vulnerables, como las inmigrantes sin papeles, las romaníes (gitanas), las discapacitadas y las mujeres con problemas psicológicos o de adicción. Las inmigrantes indocumentadas tienen especiales dificultades a la hora de solicitar ayuda, a pesar de que se ha reconocido que tienen derecho a recibir la misma protección que otras mujeres. Su situación está detallada en el informe Inmigrantes indocumentadas. ¿Hasta cuándo sin protección frente a la violencia de género?, publicado en noviembre de 2005.
Muchas mujeres sufren maltratos por parte de sus parejas pero tienen miedo a denunciarlo. Desde el 28 de diciembre de 2004 con la ley orgánica de medidas de protección integral contra la violencia de género aprobada en el Congreso, la violencia de género dejó de tener un carácter privado para convertirse en un problema con el que hemos de comprometernos. Desde distintas asociaciones como Amnistía Internacional, la Red Feminista o el Observatorio de Violencia se lucha para erradicar esta lacra de nuestra sociedad.
Anteriormente, en mayo de 2005 se hizo público el informe Más allá del papel, elaborado a partir de los testimonios de mujeres que han sobrevivido a la violencia en el hogar. La organización encontró indicios de prejuicio y discriminación en la respuesta de las instituciones públicas. Un motivo concreto de preocupación era la falta de protección a las mujeres incluidas en grupos vulnerables, como las inmigrantes sin papeles, las romaníes (gitanas), las discapacitadas y las mujeres con problemas psicológicos o de adicción. Las inmigrantes indocumentadas tienen especiales dificultades a la hora de solicitar ayuda, a pesar de que se ha reconocido que tienen derecho a recibir la misma protección que otras mujeres. Su situación está detallada en el informe Inmigrantes indocumentadas. ¿Hasta cuándo sin protección frente a la violencia de género?, publicado en noviembre de 2005.